Luciana Lamothe

Obras
Biografía

Buenos Aires, Argentina, 1975

 

            La trayectoria artística de Luciana Lamothe, quien vive y trabaja en Buenos Aires, parece girar obstinadamente alrededor de la idea de juego. Un juego, sin embargo, que poco tiene que ver con una noción ingenua o con la inocencia de la infancia. Los dispositivos lúdicos que la artista viene proponiendo en distintos museos, ferias y bienales del mundo son invitaciones a participar de una experiencia en la que no se goza de la seguridad de una partida previsible, sino que el espectador es llevado a ingresar a un territorio inestable, por momentos peligroso y desafiante. Formada como escultora, Lamothe piensa y fabrica grandes construcciones que oscilan entre morfologías arquitectónicas y estructuras de hierro y madera concebidas para ser usadas y recorridas. De esta manera, las obras se presentan como mecanismos para ser operados por el espectador, quien recorre pasarelas inestables, cruza puentes frágiles, trepa esqueletos de caños, sube torres empinadas.

            Desde sus primeras fotos y videos, realizados mediante una cámara subjetiva, integra en sus pequeños actos de vandalismo al público que recibe los efectos de la adrenalina y el vértigo de los “atentados” de Lamothe y su huida. Así, es posible ver a la artista involucrada en acciones repentinas que había planificado en detalle: despedazar un sillón de un hotel cinco estrellas, desarmar la mochila de un inodoro de un shopping, pinchar un sachet de leche en un supermercado. Se ven cutters, sogas, candados, tijeras, pinzas accionando sobre diversos materiales (cartón, hierro, tela, madera). Más allá de la filiación punk de estos episodios destructivos, esta parte de la producción de la artista tiene una larga incidencia en los sentidos de su trabajo.

            Esta atención a la relación entre los materiales, los cuerpos y el comportamiento no ofrece el descanso del entretenimiento, sino la tensión de situaciones vulnerables, de soportes aparentemente precarios, sostenidos por métodos constructivos que parecen dominados por la improvisación. Sus obras inventan nuevas perspectivas, circunstancias insólitas, experiencias de riesgo. De esta manera, la poética de Lamothe explora el problema de los límites, de lo que los cuerpos pueden hacer y las constricciones que sobre ellos ejercen las herramientas y espacios que los rodean.