Nicanor Aráoz

Obras
Biografía
Buenos Aires, Argentina, 1981
 
            Nicanor Aráoz produce objetos y esculturas, hace de sus obras grandes instalaciones hiperrealistas que tienen como referencia los cómics y el mundo de Internet, en particular YouTube, junto con mitologías románticas del arte gótico. Describe la web como un sueño colectivo y social, un archivo veloz del que toma elementos tan diversos como la estética del animé, el diseño de marcas comerciales, el universo de la rave y sus ritos, los universos ficcionales de los videojuegos, la poesía existencial, las tradiciones místicas y las formas de los organismos biológicos, sobre todo las asociadas con lo monstruoso. A lo largo de su carrera ha utilizado al surrealismo como laboratorio, un gran caldo de cultivo que integra lo onírico y lo inconsciente.
            Sus comienzos se remontan a la Facultad de Psicología de la ciudad de La Plata, carrera que eligió porque le interesaba la teoría psicoanalítica. Luego cambió a la Facultad de Artes, donde se obsesionó con el hiperrealismo; como la escultura no le resultaba suficiente, decidió estudiar taxidermismo. Algo del abrir cuerpos, de sacarle las entrañas  a los animales para disecarlos, lo ayudaba a construir la última obra del momento. Sus esculturas se muestran muchas veces flageladas, como si Nicanor nos obligara a no ignorar la violencia del mundo. Cobran formas frenéticas y que se parecen mucho a pesadillas, donde el dolor y el goce se interconectan.
            Su camino artístico oscila entre lo barroco y el minimalismo. En sus comienzos practicaba una economía de recursos básica, pero después hizo de sus producciones obras recargadas de información: galletitas en cantidad, la exploración de materiales antiguos, fantasmas, juguetes, animales, comida. Más tarde, volvió al recurso mínimo: bastan dos piezas para generar una gran obra. Nicanor es un investigador y consumidor compulsivo de libros, fotos, música y cine, una voracidad en la que se mezclan la cultura pop y el terror clásico con datos digitales, donde también dialogan la tecnología, la biotecnología y la naturaleza. Entre lo amoroso y lo sangriento, Aráoz produce obras que parecen un ritual: el de convocar un momento de liminalidad entre lo espeluznante y lo atractivo.
Blog