Leiko Ikemura
Obras
Biografía
Tsu, Prefectura de Mie, Japón, 1951
Leiko Ikemura se ha distinguido como una de las artistas más singulares del arte contemporáneo, tejiendo con una sensibilidad única un diálogo entre las tradiciones orientales y occidentales que explora los matices de la feminidad y la espiritualidad. En 1970 inició sus estudios en la Universidad de Osaka, Japón donde permaneció hasta 1972. Más tarde, Ikemura se formó en pintura en la Escuela Superior de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría en Sevilla, España (1973-1978). Su vida itinerante la llevó luego a Zúrich, Colonia y Berlín, donde reside y trabaja, consolidando una práctica artística que abraza la dualidad cultural como un reflejo de su propia identidad japonesa-suiza.
Su obra se caracteriza por personajes femeninos que habitan un espacio liminal: figuras etéreas, a menudo niñas o espíritus que transitan entre lo humano, lo animal y lo vegetal, evocando una feminidad frágil pero poderosa que desafía las normas sociales y culturales. Ikemura emplea una técnica intuitiva, trabajando con óleo, témpera y acuarela sobre lienzo o yute, aplicando capas translúcidas que transmiten una atmósfera onírica, mientras que sus esculturas en terracota esmaltada, bronce y vidrio fundido adoptan formas táctiles. Este estilo particular, que fusiona el sansuiga japonés, el surrealismo y la abstracción de posguerra, crea paisajes y figuras que oscilan entre lo real y lo soñado, ofreciendo una visión de la feminidad que trasciende idealizaciones para revelar su complejidad emocional y espiritual. Un motivo recurrente es el "usagi" (conejo), que Ikemura comenzó a explorar tras el terremoto de Tōhoku y el desastre nuclear de Fukushima en 2011, simbolizando resiliencia y renovación frente a la tragedia.
El reconocimiento institucional de Ikemura se consolidó con su primera exposición individual en el Bonn Kunstverein en 1983. Su obra ha sido exhibida en museos de renombre como el Centre Pompidou de París, el Kunstmuseum Basel, el National Museum of Modern Art de Tokio y el Sainsbury Centre de Norwich (2021), y forma parte de colecciones permanentes en estas y otras instituciones, como el Museum of Contemporary Art de Tokio y el National Museum of Art de Osaka. A través de su práctica, Ikemura no solo redefine las nociones de identidad y transformación, sino que también ofrece un testimonio poético de cómo la feminidad y la naturaleza se entrelazan en un ciclo eterno de creación y resistencia.