Nicolás García Uriburu
Buenos Aires, Argentina 1937 – 2016
Sus inicios como artista del land art no fueron del todo conscientes. Era junio de 1968 y García Uriburu participaba de manera informal en la Bienal de Venecia. La coyuntura del Mayo Francés con su lema “la imaginación al poder” lo impulsó a tirar desde una lancha al Gran Canal una sustancia que tiñó de verde las aguas de la ciudad durante doce horas y mostró su estado de contaminación. Ese verde tan particular se convertiría en su sello. Alejado del pop en el que había explorado hasta el momento, inauguraba un arte donde el soporte de la obra ya no era el lienzo, sino el paisaje.
Esa acción artística, casi delictiva, fue fotografiada por su amigo, el crítico de arte Pierre Restany, generando un gran impacto mediático. Como un preludio de los partidos verdes que luego emergerían en Europa, su intervención estético-política fundó un nuevo tipo de arte y activismo ecológico. Pero esta fue solo la primera de una serie de acciones vanguardistas. A través de su obra Hidrocromía Intercontinental -cuatro ciudades en dos continentes teñidas de verde como en Venecia- construyó una suerte de himno en defensa de las aguas contaminadas. En 1981, en colaboración con el artista alemán Joseph Beuys, coloreó las aguas del río Rin, experiencia que plasmó en la obra Rhein Akion. Estos son solo algunos ejemplos y él es uno de los tantos artistas que salieron de las galerías y crearon en la naturaleza, pero la diferencia era, según solía decir, que él se preocupaba por el cuidado del planeta. Era el único ecologista de todos los land art.
Lo que siguió tuvo que ver con algo que ya latía en él, una consecuencia de su interés por Latinoamérica y las colecciones de arte precolombino. Un trabajo con mapas que daba vuelta: el sur pasaba a estar arriba de los países del hemisferio norte, limitando simbólicamente al colonialismo de los lugares que siempre avasallaron, la Utopía del Sur. Y de nuevo la naturaleza emergía de esos mapas uniendo a los países a través de sus ríos y su vegetación, “unida y no desunida por la mano del hombre”, explicaba el artista.