Catalina León

Obras
Biografía

Buenos Aires, Argentina, 1981 

 

            Catalina León es artista visual y gestora cultural. Realiza instalaciones, pinturas y bordados en diversos materiales: telas de algodón, placas de yeso, madera, canvas, hojas de árboles, tierra y plantas. Su acercamiento a la pintura fue de la mano de su niñera, quien estudiaba Bellas Artes por correo, y la llevó a su primer curso de pintura.

            Su educación formal artística comenzó en 1998 realizando distintos talleres y luego fue parte de la beca CC Rojas-UBA-Kuitca. Su obra tiene como punto de partida el modo en el que nos relacionamos con la muerte, y su afán por crear rituales de transición entre el mundo físico y el espiritual.

            León compone altares y pinturas en telas de gran tamaño acompañadas de materiales provenientes de la naturaleza. Sus trabajos dejan ver el proceso por el que pasan esas obras, ella nunca ve un material terminado, siempre está ahí para seguir cambiando, modificándose. En su obra Pintura para piso y plantas, ganadora del premio arteBA-Petrobras en 2007, crea una metáfora entre el arte y el poder de la vida. El espacio es invadido por la naturaleza y la pintura emerge bajo capas que sedimentan diversas historias que se han ido acumulando a lo largo del tiempo. 

            Esta visión de obra en proceso y con resultado incierto surgió por un acontecimiento inesperado en su primera muestra: le robaron una pieza de la instalación que había montado en una galería y, a partir de ese hecho, decidió cerrar la exposición y vender esas piezas en la verdulería de la esquina de su taller, cada una a 15 pesos el gramo. “Para mí ese hecho fue fundante y habilitador. Me di cuenta de que mi obra podía adaptarse a lo que viniera. También perdí el miedo a quedar excluida del mundo del arte”.

            Esa primera exhibición, que se llamó Convertidas en perlas tus lágrimas brotan del mar, no sólo significó el descubrimiento de la versatilidad del arte, sino que también fue la semilla que germinó después en todos sus proyectos. “Esa obra contiene todas mis otras obras. Como si siempre pudiese volver a esa pieza y fabricar una obra nueva a partir de ahí”. 

            León descontextualiza la obra, la saca del pedestal que sostiene el lienzo. Entre pinturas, esculturas, poesía y artesanías, va tejiendo un discurso que tiene una estrecha relación con lo comunitario. Desde el 2010 forma parte de Vergel, una ONG para que el arte esté al servicio de la salud y el bienestar de las personas. Mediante la implementación de programas artísticos, capacitaciones y acciones de difusión intentan generar diálogos constructivos entre el arte, la salud y la educación. Pero el interés por lo social tiene su punto de inflexión en un viaje que realizó en 2009 a Guatemala en donde la combinación entre la exuberancia, la belleza y la historia trágica del país hizo que decidiera dedicarse de lleno a lo social.

            Hay algo del trabajo con las personas que se asemeja a sus obras: la historia que los atraviesa habla por sí misma. De este modo, dispone en su taller los materiales que elige, a veces durante años, y deja que se ensucien y vayan tomando forma. El proceso de producción es largo y solo se interrumpe cuando tiene que exponer, si no las obras están ahí dispuestas a transmutar y cobrar otras formas y significados. A veces, dice, teniendo los ojos cerrados hay algo en la materia que la conmueve, algo que no se conecta con lo visible. “La pintura está en ese borde que no puedo terminar de decir, son sensaciones que solo puedo transmitir a través de la pintura”.

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