Christian Marclay
Works
Biography
San Antonio, Texas, Estados Unidos, 1955
Christian Marclay se ha destacado como uno de los artistas más influyentes de las últimas cuatro décadas, explorando con una sensibilidad única las intersecciones entre sonido, imagen y memoria cultural. De padre suizo y madre estadounidense, Marclay creció entre California y Ginebra, Suiza, y su doble nacionalidad moldeó su perspectiva artística. Estudió en el Ecole Supérieure d’Art Visuel en Ginebra y luego en el Massachusetts College of Art de Boston (BFA, 1980), donde comenzó a fusionar su interés por la música experimental y las artes visuales. Desde sus inicios, Marclay ha desafiado las fronteras tradicionales del arte, convirtiéndose en un pionero del turntablism y en un creador que transforma vinilos, objetos cotidianos y grabaciones en experiencias multisensoriales que invitan a reflexionar sobre la naturaleza efímera del tiempo y la percepción.
Su serie Scream (2015-2019), es una exploración que reinterpreta el grito como un símbolo universal de angustia y liberación. En esta serie, Marclay utilizó la técnica tradicional de xilografía para crear grabados en madera que capturan rostros distorsionados de personajes de manga japonés, un medio que el artista adoptó por su conexión con la cultura pop y su capacidad expresiva. Los personajes, tomados de cómics japoneses, aparecen en momentos de tensión emocional, con bocas abiertas y ojos desorbitados, mientras que la textura áspera de la xilografía intensifica la sensación de urgencia y crudeza. Inspirado por El grito de Edvard Munch, Marclay amplificó el concepto al incorporar fragmentos de onomatopeyas de manga como “Aaaah!” o “Grrrr!”, grabadas directamente en la madera, lo que añade una dimensión sonora implícita a las imágenes. La serie no solo refleja su fascinación por el sonido como material artístico, sino también su habilidad para conectar lo visual y lo auditivo en un diálogo que resuena con las ansiedades contemporáneas.
El uso de la xilografía por parte de Marclay revela su interés por técnicas históricas que, al combinarse con referencias modernas como el manga, generan un puente entre pasado y presente, un eje que atraviesa toda su obra. Desde los años 80, cuando comenzó a experimentar con vinilos manipulados y performances en Nueva York, Marclay ha explorado cómo los objetos y los medios pueden portar memoria cultural, un tema que se intensificó tras su colaboración con músicos experimentales como John Zorn y Sonic Youth. Su práctica, que abarca desde instalaciones sonoras hasta videos y grabados, propone una reflexión sobre la saturación de imágenes y sonidos en la cultura contemporánea, transformando lo cotidiano en un archivo poético que interpela al espectador con una intensidad que oscila entre la nostalgia y la crítica.