Vicente Grondona

Obras
Biografía

Buenos Aires, Argentina, 1977

 

            La potencia de la obra de Vicente Grondona radica en el intenso diálogo que estableció con las tradiciones clásicas del dibujo, la pintura y la escultura moderna y, al mismo tiempo, su apertura de un nuevo espacio de experimentación en el arte argentino contemporáneo de comienzos del siglo XXI. Emergente de la mítica galería porteña Belleza y Felicidad, la trayectoria del artista da cuenta de una forma de trabajo en la que la invención y el ensayo sobre los materiales que elige y sus propiedades es tan fundamental como los efectos sensibles que logra con sus figuras humanas y sus paisajes. En este sentido, la concentración y recurrencia de medios como carbón vegetal, madera, carbonilla, cloro, anilina, óleo, pigmentos y su variada combinación con productos más sintéticos como el epoxi, el cemento o la hidrolaca, traduce en los materiales una oscilación que constituye centralmente su trabajo: la tensión entre la expresión de la materia y la impresión del artista. Su producción, influenciada también por una larga estancia en París, puede ser pensada como un híbrido entre lo gráfico y lo escultórico, a partir del cual se crea todo un imaginario inspirado en motivos reconocibles: la experiencia amorosa, la soledad, la naturaleza.  

            Este encuentro, entre elementos que revisten de una atracción visual poderosa -superficies brillantes, volúmenes toscos, colores vívidos, trazos enérgicos- y formas figurativas que asoman y se adivinan entre las líneas y las zonas de saturación de las composiciones o que se entreven en los bloques macizos de carbón, madera o cemento, activa todo un conjunto de tópicos clásicos, románticos, modernos y contemporáneos. Esta característica de la obra de Grondona hace a gran parte de su poder, cierta insistencia y pausa, por las que su trabajo parece consumarse en traer al presente estas escenas de un pasado imaginado. Una circulación obsesiva de figuras y formas que se prestan mejor a la mirada arqueológica del espectador que excava en las sucesivas capas acumuladas para encontrar, tal vez, el centro de la poética del artista: el problema formal y filosófico de la gestualidad. La gestualidad del artista en su proceso creativo, pero también la gestualidad de sus imágenes, petrificadas en un inventario de expresiones y posturas. La trayectoria de Grondona incluye muestras y exhibiciones en Argentina en instituciones como Malba, Centro Cultural Borges y Belleza y Felicidad, así como en el exterior, en Milán, París, Bélgica, entre otros.