Guido Yannitto

Obras
Biografía
Mendoza, Argentina, 1981
 
            La producción artística de Guido Yannitto transcurre atenta simultáneamente a las grandes transformaciones de la cultura contemporánea, así como a los materiales y técnicas de producción de culturas tradicionales o prácticas anónimas. De este modo, una amplia gama de estrategias y operaciones pueblan su trabajo, cuyo propósito es investigar la manera en que estas formas minorizadas se conectan y al mismo tiempo se resisten a las grandes gramáticas de nuestro tiempo. Ya sea mediante collage, tejidos, tapices, el hierro o el ladrillo, el artista desarrolló una impronta artística que hibrida el pasado y presente, mezcla lo alto y lo bajo, introduce una interferencia que desacomoda los modos de percepción normalizados. 
            Formado en la Universidad Nacional de Córdoba y seleccionado en numerosas residencias de gran prestigio, becas nacionales e internacionales y programas de formación, Yannitto convirtió a su educación artística itinerante en una forma de vida. México, La Antártida, Colombia, Holanda, Brasil formaron parte de un recorrido en el que a cada paso se nutrió de elementos y modalidades de trabajo de los entornos con los que entró en contacto.  El proyecto Hemisferio, por ejemplo, realizado en la plataforma antártica, refiere no solo al desplazamiento geográfico y a los efectos subjetivos que genera el remoto territorio glacial, sino también a determinadas prácticas locales vinculadas a la producción de agua dulce en las bases australes.
            Sin embargo, es su trabajo sobre el hilado el que ha marcado su identidad como artista. La atracción por el tejido, si bien se remonta a los comienzos de su carrera, regresa con fuerza a partir de su estadía en Maastricht y continúa en la prestigiosa residencia paulista de Pivô, hasta formalizarse cuando se instala definitivamente en Salta en 2020 y colabora en el proyecto La escucha y los vientos, fundado por la curadora Andrei Fernández. En el marco de este proyecto, acompaña el proceso de un grupo de tejedoras wichí, mujeres indígenas que viven en el río Pilcomayo, al norte de la Argentina. Los usos, significados culturales y políticos del textil se convierten en un laboratorio narrativo para recuperar relatos locales y mitos autóctonos, así como para hacer una arqueología de lo digital, donde el artista consigue fraguar una iconografía personal que no existiría sin una ineludible reflexión sobre lo comunitario.