Aninat & Swinburn

Obras
Biografía
ANINAT & SWINBURN: Colectivo de Arte en Memoria
Teresa Aninat (Boston, 1973) - Catalina Swinburn (Santiago de Chile, 1979)
 
            El colectivo de arte Aninat & Swinburn es producto del encuentro entre dos artistas consagradas: Teresa Aninat y Catalina Swinburn. En 2002 fundaron este colectivo que se distingue por su trabajo con instalaciones, fotografías, esculturas y performances. Artistas prolíficas, tanto en conjunto como de manera individual, en 2013 fueron premiadas por el Círculo de Críticos de Arte de Chile por su exposición Arqueología Anticipada en la categoría Nuevos Medios. Enmarcadas en una práctica que se conoce como site-specific, estas artistas consideran que, en una interrelación única con el espacio, es el lugar donde se monta la obra el que termina de completarla.
            Además de un colectivo, Teresa Aninat y Catalina Swinburn comparten el punto de partida en su formación: ambas cursaron la carrera de Artes Visuales en la Universidad Católica de Chile. Las dos encontraron en ese espacio una oportunidad para la experimentación con diversos lenguajes que decantaron en producciones artísticas en las que se ponen en juego la intersección entro lo sagrado y lo popular, lo conceptual y la experiencia, el humor y el juicio. Sus obras emergen como discursos sincréticos que fusionan diversas tradiciones para mostrar procesos de transculturación y mestizaje, así como fusionan elementos y materiales diversos, como cartas de la baraja española, la rueda de la fortuna, monedas de chocolate, mapas, piedras grabadas, libros, textos y fragmentos de diarios creando una sinergia de la que emerge una identidad única.
            En la obra de Aninat & Swinburn el tema de la memoria es un hilo conductor a partir del cual se construye una trama cohesiva que se centra en la espiritualidad, la nostalgia, la tradición, la estética y los efectos de la globalización. La monumentalidad de sus instalaciones no solo busca trascender una escala humana, sino también traspasar cierta solemnidad. Así, las obras se convierten en espacios habitables que el espectador puede recorrer, una invitación a interactuar de una manera emocional y establecer una conexión que atraviesa los umbrales de lo físico y lo sensorial.