Fabián Bercic

Obras
Biografía

Buenos Aires, Argentina, 1969

 

            Formado en el taller de Héctor Medici y en el de Betina Sor, Bercic interroga el lenguaje de la escultura: ¿qué es lo escultural?, ¿qué propiedades comparte con otras morfologías y técnicas? En 2003-2005, Bercic forma parte de la Beca Kuitca. donde comienza a experimentar con una serie de materiales. Sin recurrir más que en contadas ocasiones a los medios convencionales del oficio del escultor como la madera, la arcilla, el yeso o el bronce, y haciendo uso de insumos industriales como la resina, la fibra de vidrio, el hierro, el concreto, Bercic enfáticamente visibiliza el disciplinamiento, la concentración y la destreza formal que guían su práctica. Sin embargo, como resultado, sus multipremiados conjuntos escultóricos se disponen bajo el imperio de una ética del juego, en el que se convocan a los imaginarios de consumos adolescentes, dispositivos lúdicos o escenarios de una fantasía ingeniosa.

            De este modo, si bien su trayectoria puede ser vista como la continuidad de una tradición histórica, sus referencias a la cultura popular o a las artes aplicadas permiten desafiar las jerarquías inherentes a las formas visuales y los valores a los que están asociados. En La Montaña Concreta, proyecto gracias al cual obtuvo el premio Azcuy, esta característica doble es evidente. El artista transformó una pared de 40 metros de altura de un edificio en el barrio de Caballito en un muro de escalada, en el que cada uno de los peldaños poliédricos que la componen son citas a obras del movimiento de arte concreto y Madí. La pieza, una metáfora lúdica de la historia del arte local, realiza un homenaje a aquella escuela fundamental para la existencia del arte moderno en la Argentina y, al mismo tiempo, literaliza la herencia concreta al usarlos como estructuras de las que hay que sostenerse para no caer.

            Bercic también trabaja llevando el lenguaje de la escultura al límite del volumen, generando piezas en dos dimensiones, en las que recupera su oficio como diseñador gráfico. Ya sea para producir una serie de patrones inspirados en estilos arquitectónicos, o un conjunto heráldico que recupera mundos de ciencia ficción o diseños que buscan dar forma a figuras orgánicas y naturales, el artista en todo momento apunta a descolocar al espectador, a poner en tensión motivo y forma, con el fin de distorsionar la mirada. Sus trabajos, que van de piezas de escala monumental a pequeños objetos, tienen la poderosa habilidad de producir una sensación al mismo tiempo lúdica y solemne.