Gala Berger
Obras
Biografía
Villa Gesell, Argentina, 1983
Gala Berger se define como investigadora, artista visual y curadora independiente. Nacida en la ciudad balnearia de Villa Gesell, actualmente su vida transcurre entre San José de Costa Rica y la Ciudad de Buenos Aires. Junto con la curadora Marina Reyes Franco creó el Museo de Energía de Arte Contemporáneo, conocido como “La Ene”, un espacio experimental fundado en 2010 con el fin de investigar y transformar los modos institucionales en los que se produce, legitima y distribuye el arte contemporáneo. También es parte de la Feria Paraguay de Arte Impreso, que promueve plataformas alternativas de intercambio y circulación de publicaciones independientes. Experiencias que se relacionan íntimamente con las inquietudes de sus obras en torno a una perspectiva crítica de la circulación, reproducción y agenciamiento de objetos y obras de arte.
En su primera muestra individual como parte del equipo de la galería Nora Fisch, titulada “Objetos Salvajes”, presentó una serie de obras centradas en los procesos de restitución de objetos y artefactos culturales de arte precolombino que han sido saqueados de sus culturas originarias. Algunos de estos objetos aún permanecen perdidos, mientras que otros están resguardados en museos del hemisferio norte. Su obra se centra en cómo las nociones de memoria pueden transformarse a través de las revisiones históricas y las múltiples formas de los procesos de reparación social. Con el foco puesto en estas ideas, Berger hace de la mezcla de materiales y técnicas un manifiesto. Utiliza productos orgánicos e inorgánicos; colecciona telas, hilos e imágenes digitales que luego emplea en la realización de piezas textiles.
Los trabajos académicos de mujeres, como las antropólogas Rita Segato y Marisol de la Cadena, se vuelven parte de sus recursos y tienen gran influencia en su producción. De ellas ha rescatado herramientas para desarrollar una mirada crítica sobre la historia de América Latina. La fusión entre su perspectiva crítica y la diversidad de técnicas utilizadas, que van desde el collage hasta la aplicación de materiales como crayones, tizas, acuarelas, alambre de cobre y plumas, da lugar a obras que incitan a reflexionar sobre la agencia, la autoría y los significados transmitidos por las obras. Así, un museo se convierte en un espacio de producción y reproducción de significados, donde cada obra funciona como una pequeña máquina disruptiva que revela las corrientes subterráneas que moldean las historias que nos contamos.
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