Ornella Pocetti

Buenos Aires, Argentina, 1991

 

            Ornella Pocetti, si bien forma parte del colectivo de artistas Viento Dorado, es parte de una generación de jóvenes pintoras argentinas que, sin formar una escuela, han coincidido en actualizar la intensidad que todavía hoy conserva la tradición gótica y la pintura surrealista. Formada en la licenciatura en Artes Visuales de la Universidad Nacional de las Artes y en diversos talleres y programas docentes, buena parte de su imaginario proviene tanto de la circulación digital de los grandes clásicos de la pintura como de un cierto inconsciente de la cultura visual contemporánea.

            Ya en su primera exhibición, Desafiando el tiempo, en la galería Acéfala, la serie de pinturas y cerámicas desplegadas sugerían un universo en el que el cuerpo femenino es al mismo tiempo puesto en el centro, pero tapado, incrustado en un paisaje aparentemente natural, pero sometido a la acción artificial de ser cubierto. Esta lógica entre ausencia y presencia, entre natural y artificial, se despliega en los dos géneros sobre los que suele trabajar: el paisaje y el retrato. En ellos los entornos y los sujetos retratados adquieren la dúctil densidad de lo onírico. Cuerpos sin rostros, criaturas en metamorfosis, vegetación devenida bruma.

            Con la serie expuesta en la muestra Nuestras Armas, la pintora abreva en la tradición de la pintura ornamental y la pequeña escala. Mientras que a partir de Pruebas de Vidrio, una serie de piezas colgantes, en las que el peso de la obra transforma las imágenes de los cuerpos pintados, Pocetti comienza a experimentar con los dispositivos de exhibición, siempre atenta al efecto distorsivo y fragmentario que infunden en la figura femenina.