Jerry Martin
Bogotá, Colombia, 1976
A lo largo de casi veinte años de actividad profesional, Jerry B. Martin ha desarrollado el proyecto transdisciplinar La Máquina de Escribir. Si bien la obra está vinculada a la singular experiencia creativa de la reescritura para la formación de imágenes, también pinta y realiza performances e instalaciones, y sus trabajos han sido exhibidas en museos de todo el mundo. Martin estudió y se graduó en la especialidad de pintura de la Escuela Superior de Bellas Artes Corriente Alterna. Desde esos años de formación su trabajo revela una crítica social.
Inició su carrera usando máquinas de escribir antiguas, transcribiendo y dibujando imágenes a partir de textos teóricos. Blue Pieces, su primera muestra individual, fue una serie que nació de obras emblemáticas de arte contemporáneo que tenían la particularidad de haber sido rechazadas por el público. Martin las reconstruyó con esta forma tan propia de transcripción y superposición de textos en una maniobra que amplía la experiencia estética y simbólica. “Escribir sobre lo escrito, plantando nuevas palabras sobre las anteriores, anulándolas y creando una imagen que se podría considerar también una traducción metafórica de la esencia del libro”, dice.
En las transcripciones que hace, el texto se reordena de una manera que se vuelve ilegible. Así, reproduce ad infinitum frases, oraciones, palabras, mezcla el trabajo en serie con la innovación. En una alquimia única crea, a través de la reproductibilidad, nuevas formas. Para él, leer es escribir, escribir es dibujar y dibujar es reproducir.
Dentro de Blue Pieces se encuentra la obra Renewal & Destruction Walther PPK. La imagen muestra una pistola policial “modelo detective”. La PPK fue un arma muy popular entre las Fuerzas Armadas de Europa y la sociedad civil de principios de siglo XX por su diseño, fácil de llevar y esconder.
En el trabajo con las máquinas, Martin no solo crea una obra, sino que en esa performance produce una mirada crítica sobre la historia del arte más reciente, un proceso de investigación que le permite producir piezas a través de ejercicios de memoria personales, a los que le suma la selección de textos de reconocidos intelectuales. En sus palabras: "Para mí dibujar esas imágenes de las obras de artistas con el texto real del crítico revela mi necesidad de creer realmente en lo que estoy haciendo porque es como creer que dentro de las latas de Piero Manzoni hay realmente excremento. De eso se trata más que nada la obra: de creer en ella, en la fe".
