Adriana Bustos

Bahía Blanca, Buenos Aires, Argentina, 1965

            El trabajo conceptual de Adriana Bustos se asemeja al de una archivista: busca encontrar y producir imágenes capaces de irradiar hacia el presente la luz de un conjunto de complejos fenómenos socio-históricos que parecen estar arrumbados en el olvido. Es justamente una ética específica a la hora de revisar el pasado lo que caracteriza sus operaciones artísticas y sus decisiones técnicas, una ética que apunta a deconstruir y rearmar la gramática con la que se escribe la historia y lo contemporáneo. Interesada en los intervalos, los vacíos y las contradicciones del discurso de la historia, Bustos bucea en los efectos del colonialismo, la continuidad en el tiempo de la mirada patriarcal sobre las mujeres, las modulaciones y reconfiguraciones del tráfico de personas y sustancias en el pasado y en el presente, la persistencia de mecanismos de censura sobre discursos e identidades. 

            Todos estos temas  se convierten en un foco de interés a partir del cual la artista construye narrativas que se despliegan como diagramas visuales realizados mediante un extenso abanico de técnicas. Estas narrativas, realizadas por la vía del montaje, la yuxtaposición y la serie, se inscriben en un horizonte didáctico que apuesta a una combinación entre profundidad intelectual y seducción sensible. En efecto, estos relatos abrevan no solo en los datos que ofrece la historiografía sino también en el inconsciente de la época enfocada, en las ensoñaciones alucinadas de los actores y actrices de los hechos, de sus víctimas y victimarios, en un espacio en el que los acontecimientos se entremezclan con los procesos imaginarios que los hicieron posibles. Buceando en este suelo de imágenes, Bustos busca dar con esos puntos críticos en los que los aparentes esquemas que dan forma a las ideas recibidas, los lugares comunes o los sistemas de pensamiento hegemónicos se disuelven y propician otros universos de vínculos.   

             Los trabajos de Bustos por lo tanto retuercen la idea de un tiempo rectilíneo que acumula acontecimientos para presentar verdaderas constelaciones en las que elementos de diversa índole y naturaleza coexisten y visibilizan las relaciones que los constituyen. Extractos de prensa, mapas, tablas y taxonomías, gráficos e ilustraciones, fotos documentales y acuarelas, texto e imagen conviven en piezas que piden ser recorridas con detenimiento y delectación, en las que la clave de lectura como denuncia que las anima se ve al mismo tiempo atemperada y reforzada por la delicadeza de su factura.