Miguel Ángel Rojas

Obras
Biografía

Bogotá, Colombia, 1946

 

“Es imposible hacer arte en el paraíso”

Entrevista para la web comisión de la verdad

 

           A los nueve años Miguel Ángel Rojas (1946) recibe un regalo de su padre: un libro de Paul Cézanne. Este obsequio lo motiva a descubrir, desde muy temprana edad, su vocación como artista. Durante sus inicios, estudia por un breve lapso de tiempo Arquitectura, carrera que deja para luego comenzar Arte en la Universidad Nacional de Bogotá. Después de sus primeras experiencias exhibiendo sus obras, Rojas toma conciencia de que su trabajo debe ir hacia la exploración de las cuestiones humanas, lo marginal y la sexualidad. Se define a sí mismo como “clase emergente, indio y homosexual”; para él, el autoconocimiento y la aceptación son las únicas maneras de ser crítico. 

           A partir de ese momento, su producción comienza a explorar múltiples soportes, tales como el dibujo, la pintura, la fotografía, las instalaciones y el video. Con un carácter escandaloso y activo políticamente, Rojas busca presionar las teclas de la hipocresía humana, la pérdida de valores y las consecuencias de las guerras por medio de poderosas metáforas y de la apropiación de imágenes pertenecientes a los cánones de belleza. Gran cantidad de su producción gira, en esta línea, en torno a reflexiones sobre el narcotráfico, el consumo y la violencia. 

           Sus conocimientos sobre arquitectura se perciben de manera palpable en sus instalaciones, que toman control sobre el espacio de una manera estratégica y consonante con su entorno. Como es el caso de la serie de trabajos llamados El David (2005) y las instalaciones Por Pan (2003-2013), Unas de cal y otras de arena (2014) y El camino corto (2013). En todas ellas el artista explora la tensión que hay entre el cuerpo y el consumo, y la forma en que estos habitan escenarios a veces hegemónicos, a veces marginales. 

           Los trabajos de Rojas hablan por primera vez, en los años 70 en Colombia, de temas como prácticas sexuales disidentes, la homosexualidad y la ropa como fetiche. Muchas de sus fotografías se centran en provocaciones eróticas en espacios cotidianos y en un alarde del exhibicionismo sexual utilizado como estandarte político. La propia vida de Rojas ha sido el rasgo trasversal de su obra y el punto de partida para hablar desde la experiencia particular de temas universales. 

           Rojas actualmente vive y trabaja en Bogotá y es reconocido alrededor del mundo por sus poderosas y complejas obras; ha expuesto individual y colectivamente en Venezuela, Australia, Cuba, EEUU, Japón, Brasil, Inglaterra y México, entre muchos otros países. Y, a su vez, sus obras forman parte de las colecciones de arte más importantes alrededor del mundo como la perteneciente al MoMa, a la Daros Latinamerica Collection y la Fundación La Caixa.