Kenneth Kemble

Obras
Biografía
Buenos Aires, Argentina 1923-1998
 
           Artista prolífero e innovador, Kenneth Kemble comenzó su formación en la Ciudad de Buenos Aires, en el taller de Raúl Russo, otro artista multifacético y lleno de singularidad, para luego continuar sus estudios en París, en la Académie Ranson, donde se perfeccionó con André Lothe, maestro de grandes artistas, incluido el argentino Antonio Berni. Kemble fue uno de los máximos representantes del movimiento informalista en la Argentina, vanguardia que desarrolló un lenguaje abstracto con especial foco en la sensorialidad de los materiales. Su interés por la experimentación se expresó en la práctica de una amplia gama de técnicas artísticas, que abarcó desde la creación de collages y assemblages hasta la elaboración de relieves y pinturas tanto informales como basadas en signos.  
           Una de las experiencias artísticas más recordadas de Kemble es la muestra Arte Destructivo que tuvo lugar en la Galería Lirolay, en 1961. Con la impronta de lo colectivo como motor, la muestra se organizó a partir de un conjunto de obras efímeras y pensadas para ser descartadas, lo que volvía imposible su apropiación por parte del mercado del arte. La autoría de cada pieza no se explicitaba y se diluía en el recurso de la confusión y la mezcla de artistas. Por otro lado, la propuesta imponía un desafío a la relación con el espectador al confrontarlo con objetos cotidianos deshechos, anulando deliberadamente cualquier instancia de apreciación estética o reconocimiento artístico. En el despliegue y exhibición de paraguas en ruinas, muñecas desmembradas, un sillón rasgado que dejaba entrever el relleno de lana imitando la forma de una vagina femenina, ataúdes desgastados, una bañera salpicada con pintura, botellas fragmentadas, restos de embarcaciones y otros objetos deteriorados, incluyendo obras informalistas destrozadas, se exploraba la violencia y la agresión inmanentes a lo cotidiano. 
           Después de un corto período, Kemble decidió abandonar la experiencia informalista, que vio como una fase de transición en la que no quiso quedar confinado. No quedar encerrado en ninguna categoría fue un motivo omnipresente en su trayectoria, quien además desarrolló una intensa actividad como crítico y gestor de arte. Colaboró en el diario Buenos Aires Herald, fue director del Museo Histórico de Luján y durante largos años fue docente en la Escuela de Bellas Artes “Ernesto de la Cárcova”. Rebelde y con espíritu transgresor, a lo largo de su vida Kemble se dedicó a reflexionar sobre el detrás del proceso creativo y a buscar respuestas teóricas y artísticas. Un ejercicio de libertad y metamorfosis, un juego en el que los límites solo existen para ser superados.
Noticias